Crítica de SensaCine.com para Anaconda: J-Lo y la serpiente

El director peruano Luis Llosa, quien no será nunca recordado por su carrera, corta pero horrible, dirigió 'Anaconda' en 1997. Al igual que el cine de catástrofes, las películas con animales de gran tamaño –de procedencia diversa– también suelen reaparecer de manera puntual en las pantallas. En este caso, un grupo de documentalista se adentra en el Amazonas para rodar una película y se encontrarán, como el sutil título de la indica, con una anaconda, esto sí, de tamaño descomunal. El enorme reptil o está hambriento o simplemente se siente molesto por la presencia humana o ambas cosas, pero, como es de suponer, comienza una cacería sin tregua. Su objetivo Terri (Jennifer López), Steve Cale (Eric Stoltz), Danny Rich (Ice Cube) y el resto de componentes del equipo así como Paul Sarone (Jon Voight), un enigmático explorador que se une a ellos. A partir de ahí, una lucha con tintes (o pretensiones de ello) atávicas entre el hombre y un animal primitivo cuya realización es pésima y tendente al efectismo más ramplón. El disparate es tal que logra que la película pueda llegar a resultar simpática, aunque sea por la vergüenza ajena que transmite.

A favor: Que se puede ver como sátira y disfrutarla.

En contra: Que como no es una sátira, es un desastre de película.