El cine de Nolan no es para cualquiera, y mucho menos lo es cuando este director se enfoca en una de las personalidades más intrínsecas del universo del cómic como lo es Batman, o en tal caso el Caballero de la Noche, como ha querido denominarlo. Que el cine de Nolan "no sea para cualquiera" no alude en absoluto que sea un tipo de cine determinado para personas de alto coeficiente intelectual o algo por el estilo. No me estoy refiriendo a eso. Simplemente, su manera de abordar las temáticas relacionadas a este personaje y los que lo rodean se desajustan demasiado de lo que hemos estado acostumbrados a ver durante décadas, por lo que puede resultar tedioso y hasta aburrido el sentarse durante más de dos horas para apreciar un film como The Dark Knight.
Lo cierto es que esta entrega, mucho más que Batman: Begins -esto último es una mera opinión personal- es aire fresco y puro para un género como el de los superhéroes que, salvo ciertas excepciones, no estaba brindando mucho más de lo repetido una y otra vez. TDK es atrevida y muy original en este punto, porque se anima a hacer de una figura superheróica algo mayúsculo, en donde no todo depende del ida y vuelta de golpes y patadas a fin de dar acción sin o con poco sentido. Y es aquí donde Christopher Nolan demuestra su gran ojo para la dirección y hace de esta una secuela única, que marca un antes y un después en el género como muy pocas películas lo han logrado; porque crea una historia desenvuelta en un contexto creíble, con una atmósfera creíble y personajes muy creíbles dentro de su propuesta. Uno de los secretos, quizás, esté en no dar demasiados rodeos explicando los mil y un por qués del origen de tal o cual integrante, lo que le permite mayor frescura a la hora de narrar y no depender de introducciones que, al fin y al cabo, no son necesarias para introducir -valga la redundancia- a uno o varios personajes a la trama. Y en este caso, me refiero principalmente al Joker, quien muy probablemente sea el foco de atención por escándalo en TDK y motivos los hay por montones.
Nolan no se esfuerza en lo absoluto en que este Joker tenga un origen. Lo atractivo de este antagonista en cuestión es el misterio que lo rodea, pues el no saber de dónde proviene y por qué actúa como actúa es lo que precisamente nos resulta más atractivo de él. Razones pueden haber miles, pero no hay necesidad de plasmarlas en pantalla, lo que nos deja mucho más tiempo de enriquecimiento para que su mente macabra actúe durante el trayecto de la historia. Por cierto, una historia sensacionalmente hilada en la cual no hay uno, ni dos, ni tres sino un centenar de protagonistas que son casi tan importantes o igual de relevantes que el mismísimo Caballero Oscuro, y he aquí otra gran demostración de las capacidades de Christopher: su manera de entender y plasmar a cada uno de los sujetos que le dan vida a este mundo, sin desatender en ningún momento a ninguno de ellos. Ese es el gran acierto de esta saga, porque por encima de la indudable e imponente presencia de un héroe, también hay otras figuras que lo sustentan y, otras, que intentan desarmar ese sustento. Y eso es permanentemente TDK.
Hay que entender que, por sobre todas las maravillas que se le puedan atribuir, porque realmente es una gran película y posiblemente una Obra Maestra, resulta un film muy largo al que se le puede perder rápidamente el hilo si no se le presta la suficiente atención ya que cada una de sus escenas están milimétricamente planificadas para que todo encaje tal cual cuajó en la cabeza del director, y no es de esos filmes en lo que apetezca demasiado perderles el ritmo -hablando por experiencia personal-. La lista inmensa de personajes que dan vida a TDK encajan como en ninguna otra obra del género, pero es muy importante entender los diversos por qués y para qués que se van planteando a lo largo de las más de dos horas que conjugan a esta historia.
En conclusión, es probable que estemos ante "el Padrino" de las películas adaptadas de historietas. Una muestra apabullante de las capacidades de un género al que jamás se le depositó demasiada fe, pero que con unas cuantas cuotas de ingenio y originalidad queda claro que se pueden llegar a hacer grandes obras a la altura de las expectativas. Un thriller superheróico. ¿Quién se hubiese animado a imaginarlo? Sin dudas, Christopher Nolan.
THE DARK KNIGHT
"OBRA MAESTRA" - (A+)