Hermanos de sangre
por Paula Arantzazu RuizSin ser la más redonda de sus películas, ‘Viaje a Darjeeling' aparece como el trabajo más emotivo de Wes Anderson. Son muchas las razones y se desgranarán a continuación, pero ninguna más poderosa que el intento de suicidio de uno de sus protagonistas, y el más carismático, Owen Wilson, cuando la película empezaba a dejarse ver en festivales antes de su estreno en enero de 2008 aquí en España. Y es que en la película el personaje de Wilson acaba de tener un accidente y circula a lo largo de todo el metraje vendado, casi se diría que lleva el alma en cabestrillo. Así pues, esta historia de tres hermanos que se han ido distanciando con el paso del tiempo y que se reúnen por la muerte de su progenitor revela cuánto son de frágiles los vínculos familiares y cuánto de importante, pese a las diferencias y disputas, resulta estrechar esos lazos. En la ficción y en la realidad. Aunque puede que el mensaje sea algo cursi, no sucede así con el largometraje, que se empapa del colorido especiado de la India y unos diálogos teñidos de melancolía y comicidad. Además, esos travellings tan característicos de Anderson se benefician de que el principal escenario del filme sea un tren. Tan bonita e impostada como promete, asimismo, su banda sonora, de los Kinks a Pete Sarstedt o Joe Dassin.
A favor: Owen Wilson.
En contra: El cortometraje que le precedía, ‘Hotel Chevalier'.