Harry Potter y el Misterio del Príncipe : los secretos del rodaje

La saga Harry Potter ha pasado por las manos de cuatro directores distintos, Chris Columbus, Alfonso Cuarón y Mike Newell fueron los primeros. David Yates debutaba en la franquicia con la quinta película, 'Harry Potter y la Orden del Fénix', y vino para quedarse, porque, además de dirigir 'Harry Potter y el misterio del príncipe', será el realizador de las dos últimas entregas: 'Harry Potter y las reliquias de la muerte 1' y '2'.

Aparecen por primera vez Jim Broadbent como el profesor Horace Slughorn y Helen McCrory como Narcissa Malfoy, hermana de la malvada Bellatrix Lestrange. Además, varios actores debutan en la gran pantalla con 'Harry Potter y el misterio del príncipe': Jessie Cave es Lavender Brown; y Hero Fiennes Tiffin y Frank Dillane son Tom Riddle a distintas edades.

Buscando en su memoria la clave para derrotar a Voldemort, Harry encuentra su primer recuerdo de Tom Riddle, cuando no era más que un niño. El papel de Tom a los once años está interpretado por Hero Fiennes Tiffin, que da la casualidad que es el sobrino de Ralph Fiennes, el actor que hizo de Voldemort.

Las escenas de quidditch de esta secuela son algo distintas, Yates quería más acción y espectacularidad. Para conseguirlo, han combinado el trabajo de varios departamentos: efectos visuales y especiales, especialistas, cámara, vestuario... Utilizaron una pole arm, sobre la que se podía montar la escoba y manejarla de manera manual o mecánica; una lanzadera, que permitió que la cámara captara a las personas en caída libre; y, por supuesto, un trampolín tradicional. Las capas que llevan los participantes del juego fueron añadidas digitalmente durante el proceso de posproducción. Además, los arneses voladores tuvieron que ser rediseñados, básicamente porque se les habían quedado pequeños.

Para convertirse en el excéntrico profesor inglés, Jim Broadbent ha tenido que exagerar su interpretación y vestirse con desgastados trajes de dandy adornados con ridículas pajaritas. Además, la diseñadora de vestuario Jany Temime confiesa haberle añadido algunos rellenos para que "diera la talla" porque el intérprete está bastante más delgado que su personaje.

La cueva en la que Harry y Dumbledore esperan destruir la fuente de inmortalidad y poder de Voldemort también es una combinación de localizaciones reales y efectos digitales. La entrada son en realidad los acantilados de Moher, en el oeste de Irlanda; pero, según reconoce el diseñador de producción Stuart Craig, "aparte del punto al que Harry y Dumbledore llegan por primera vez y la forma de la isla, el resto del decorado es totalmente virtual". Para diseñar el interior de la cueva, que parece estar lleno de cristales geométricos, Craig y su equipo estudiaron varias clases de formaciones rocosas y experimentaron con resinas sintéticas.