Durante el rodaje de esta película, Doris Day se quejó en repetidas ocasiones de que se sentía enferma, pero le dijeron que tuviera fe en que sería algo pasajero. Cuando terminó de grabar, fue al médico y descubrió que tenía un tumor en los ovarios por el que tuvo que ser operada.
Durante el rodaje, Doris Day se enamoró del lugar, y cuando se retiró a finales de los años 70, se fue allí a vivir.
Doris Day no quería hacer esta película porque el personaje de Lyle Benton le recordaba dolorosamente a sus dos primeros maridos.
De todas las películas protagonizadas por Doris Day, esta es la que tuvo menor presupuesto (785.000 dólares).