La película cuenta la historia Eve Goode (Angie Harmon) y de Raymond Goode (Joel Gretsch), un matrimonio que vio morir a su hijo pequeños hace unos años. Cuando se les presenta la oportunidad de adoptar a dos hermanos a los que les ha llegado la oportunidad, después de mucho tiempo, de formar parte de una familia de verdad. El carácter obsesivo de Eve hace que la relación con Abby (Jordan Hinson) no sea lo más fluida posible. Un día, Ethan (Bobby Coleman) cae enfermo de forma repentina ante la actitud pasiva de sus padres adoptivos.