Basada en la novela homónima de James Ellroy, y teniendo como co-guionista al propio director de la película, “L.A. Confidential” vino a rescatar un género que en la década de los 90 estaba muy apagado, el cine negro. Para ello nos sitúa en Los Ángeles, California. Estamos en los años 50, la sociedad está en plena decadencia: violencia, drogas, sexo, alcohol, corrupción...En medio de toda esa vorágine se encuentran los protagonistas de la cinta, tres policías: Bud White (Russell Crowe), Ed Exley (Guy Pearce) y Jack Vincennes (Kevin Spacey). Tres hombres, con formas de actuar y de pensar totalmente distintas, que tendrán que colaborar entre ellos para esclarecer un crimen en el que una de las víctimas es un compañero suyo. A través de sus personajes, nos adentraremos en ese ambiente oscuro y corrupto de la ciudad.
Curtis Hanson nos narra magistralmente esta enrevesada historia. Y digo enrevesada porque aunque aparentemente el caso es sencillo, no va a ser lo que parece. La trama se irá complicando mucho. Por esta razón hay que seguir atentamente los movimientos y las conversaciones de todos los personajes de la cinta, porque el director, con mucha maestría, irá enlazando las tramas secundarias con la principal. Esto es algo que me agrada mucho porque quiere decir que no hay personajes de relleno, todos aportan su granito de arena a la historia. Y todos lo hacen magníficamente.
Las interpretaciones son muy buenas, no solo las de los actores principales, todos están a la altura de este magnífico trío protagonista (Russell Crowe, Guy Pearce y Kevin Spacey). De hecho Kim Basinger se llevó el Oscar a la mejor actriz secundaria. Por si no fuera suficiente con brillar en estos dos aspectos hay que destacar la magnífica puesta en escena y la brillante ambientación, que nos va a traer a la memoria los años dorados del cine negro. Todo envuelto en una muy acertada banda sonora que nos retrae más si cabe a esa época.
En definitiva, muy buena película.