Alienígenas versus vinkingos
por Quim CasasLa combinación entre fantástico salvaje y furia vikinga, es decir, un tratado de ciencia-ficción bárbara tomando prestados por igual elementos de las películas con alienígenas monstruosos y los relatos de guerreros nórdicos, parecía de lo más apetecible. Este es el punto de partida de 'Outlander' (2008), la fusión fría de extraterrestres y vikingos, pero el resultado no está a la altura de lo descrito en la sinopsis del proyecto.
Howard McCain demuestra ser un director demasiado blando para llevar a buen puerto tamaño despropósito argumental: 'Outlander' es un film que necesita de más descontrol, tomarse menos en serio para materializar mejor en pantalla la furiosa combinación de personajes, ambientes y situaciones. James Caviezel, tan iluminado como en 'La delgada línea roja', aunque igual de expeditivo que en la teleserie 'Persons of Interest', interpreta con distanciamiento casi brechtiano al guerrero del futuro que aparece en tierras vikingas en compañía de una bestia salvaje. Hachas y rayos láser. Brumas y tecnología. Dos mundos en colisión en un film sin tensión.
A favor: el punto de partida es saludablemente pulp.
En contra: se desaprovechan los aspectos más originales de la propuesta.