Crítica de SensaCine.com para En compañía de hombres: Un ratón, dos gatos

El aterrizaje del dramaturgo Neil LaBute en el terreno cinematográfico, donde desarrollaría una errática e irregular carrera en paralelo a sus trabajos teatrales, tuvo lugar con la adaptación de una de sus primeras obras dramáticas, 'En compañía de hombres'. LaBute trasladó con precisión exacta y puesta en escena explícitamente teatral la colección de escenas que había armado para contar el perverso plan que dos oficinistas misóginos y aburridos idean como forma de venganza emocional del género femenino haciendo creer a una secretaria que ambos están enamorados de ella.

La película se beneficia de contar con Aaron Eckhart, viejo amigo de la universidad del director, para interpretar el papel principal de Chad, quedando muy por encima de sus compañeros Matt Malloy y Stacy Edwards (la mujer víctima de la conspiración de los dos hombres). La misantropía característica de LaBute tiñe todas las esquinas de un guión tan limitado y enfocado a una finalidad cerrada que es imposible encontrar fugas por las que la película pueda respirar. Muy lejos de la angulosidad de los trabajos de su admirado David Mamet, en esta primera película de LaBute todo está tan medido y encauzado que la asfixia narrativa se superpone a cualquier logro interpretativo o de discurso.

A favor: Aaron Eckhart comiéndose la pantalla en cada aparición.

En contra: La puesta en escena plana y el nulo sentido cinematográfico.