Crítica de SensaCine.com para Cleaner: Limpiando sangre

Tom Cutler (Samuel L. Jackson), tras perder a su mujer, abandonó el cuerpo de policía para abrir un próspero negocio basado en la limpieza de las casas en cuyo interior alguien haya fallecido, ya sea por motivos accidentales o porque han sido asesinados. Tras un trabajo en apariencia rutinario, Cutler se verá introducido en una trama criminal en la que su pasado, inesperadamente, vuelve a la luz. 'Cleaner' presenta, argumentalmente, no pocos elementos que habrían servido para construir un thriller muy interesante si hubieran caído en la mano de un director con estilo. Pero lo han hecho en las manos de Renny Harlin, un director, nos tememos, que tarde o temprano será reivindicado por cierto ala de la crítica pero que a fecha de hoy ha dado forma a una filmografía basada en un estilo sin estilo (pero no por transparente, sino por descuidado) y en una aburrida pirotecnia. En 'Cleaner' se necesitaba a un cineasta capaz de trabajar con los personajes, con la dualidad de la realidad, capaz de crear espacios sombríos y malsanos, en definitiva, cuestionar, como se presupone en el guion, la realidad. Y aun así, curiosamente, la película se consume sin problema, aunque al cabo de los cinco minutos de su final uno no recuerde casi nada relevante de la misma.

Lo mejor: los actores.

Lo peor: la realización de Harlin.