Otra lista de Schindler
por Eulàlia IglesiasLas atrocidades que cometieron los japoneses durante la ocupación de China a finales de los años treinta continúan siendo una herida abierta en el gigante asiático. En los últimos años, varias películas han recuperado este periodo negro de la historia de Extremo Oriente. Esta curiosa coproducción entre Australia y China aporta la típica visión occidental al asunto basándose en la historia real de un periodista británico, George Hogg, que salvó a docenas de huérfanos chinos durante aquel periodo.
Roger Spottiswoode evita la cara más cruenta de la historia (que sí han mostrado films recientes como 'Ciudad de vida y muerte' de Lu Chuan) para facturar una aproximación digerible para el gran público. Por ello utiliza el gancho de convertir en protagonista a un europeo que protagoniza la clásica aventura épica con trasfondo humano para salvar a un grupo de niños de la masacre. Un argumento, por cierto, muy parecido al de la película de Ingrid Bergman 'El albergue de la sexta felicidad' de Mark Robson lo que pone en evidencia cómo estos films no son más que una versión actualizada de aquellas películas que elogiaban el buen hacer de los misioneros en países pobres. 'Los niños de Huang-shi' apela más a las emociones fáciles que a los conflictos. Ni tan siquiera se saca punta al hecho que el protagonista fuera un pacifista convencido que ve tambalear algunas de sus convicciones en un contexto bélico. La coproducción china, eso sí, comporta situaciones insólitas en un film de este tipo como que el héroe secundario sea un comunista al que da vida Chow Yun-fat.
A favor: El personaje de la enfermera australiana que encarna Radha Mitchell, mucho más interesante que George Hogg, al que da vida un convincente Jonathan Rhys Meyers.
En contra: Ese final copiado de 'La lista de Schindler'.