Cuando vi hace poco la primera película de Superman interpretada por Christopher Reeve, me surgieron muchas dudas: ¿por qué Jor-El lleva una S de Superman en su traje si se supone que en su planeta es uno más? ¿Cómo era la vida en el planeta Kripton? ¿De qué murió el padre de Clark Kent? ¿Quién le diseño ese traje-pijama? ¿Pudiendo elegir entre otros oficios porqué eligió ser periodista? A ninguna de estas preguntas consiguió responder las versiones siguientes, ha hecho falta una versión completamente nueva, original, renovada e incluso me atrevería a decir diferente, para aclararme todas esas dudas.
La primera innovación que se destaca es el tema principal de la BSO completamente original, yo y muchos como yo supongo, siempre nos imaginaremos aparecer a nuestro héroe con el tema que compuso John Williams, la segunda innovación que se agradece es que en ningún momento de todo el metraje se esconde detrás de unas gafas, siempre se nos muestra a cara descubierta, la tercera innovación los padres cobran más protagonismo en esta cinta que en ninguna anterior, la cuarta innovación nos ahorran el romanticismo empalagoso de la relación entre Superman y Louis Lane y por último otro detalle importante, los medios de la prensa no quieren saber nada de él.
Como ya he dicho en otras ocasiones, este superhéroe tiene su inspiración en el nuevo testamento, aquí se nota bastante en el momento en que decide sacrificar su vida para así salvar al resto de la humanidad, sin olvidarnos de ese padre omnipresente que es Jor-El y su otro padre en la tierra un humilde granjero.
En lo que respecta a la pirotecnia, pues sí, puede que al director se le haya ido la mano en cuanto edificios, monumentos y vehículos destruidos, pero quizás sea la única manera de no aburrir al espectador después de la hora y media de largometraje, de despertar al típico que acostumbra a dormirse en las salas de cine. Los efectos visuales y digitales como no podía ser menos en estas superproducciones y en estos tiempos, espectaculares.
Y lo mejor de todo, es que por fin Superman tiene un rival a su altura.
Así que: Yo no te suelo rezar mucho pero si estás ahí y lees esto Superman sálvame.