Christopher Nolan y Zack Snyder reinventan los orígenes de nuestro querido y conocido Superman. A pesar de que en esta ocasión no esté en la dirección si no en la producción, se nota la mano directa ende C. Nolan en la elaboración del guión, ya que tal como Nolan hiciera con Batman, coge los elementos de otras películas de Superman y le da un nuevo punto de vista, los actualiza ya que en general tiene mucho tanto de Superman como de Superman II. Por otro lado Z. Snyder nos vuelve a deleitar con una dirección excelente, así como ya hiciera con “300” y con “Watchmen”. Con un excelente guión, mantiene un buen pulso narrativo que permite conocer con profundidad a nuestro héroe, sus motivos, sus dudas, sus problemas y el por qué de sus decisiones que le llevarán a tomar el camino a seguir.
Los héroes o superhéroes todopoderosos, populares y felices, que llegan y triunfan, a lo veni, vidi, vici, han acabado, nada es tan bonito ni tan feliz como hayamos podido ver en el antiguo superman o de nuestro joven héroe visto en Smalville. Nuestro Hombre de Acero no se libra de esta tendencia, por lo que tendrá que hacer frente a una difícil infancia, juventud y adolescencia en un mundo donde destacar puede ser peligroso y puede llevarte a la marginación. Snyder nos muestra con maestría y a través de flashbacks, la travesía del héroe que debe seguir Clark Kent (Kar-El) hasta convertirse en el icono por todos conocido, un camino lleno de obstáculos y adversidades que no le resultará nada fácil ni agradable.
Los planos y encuadres están muy cuidados y estudiados, la ambientación y los tonos fríos o sepia son constantes en todo el film lo que nos permite comprender aun más el sentimiento de nuestro protagonista. La banda sonora a cargo de Hans Zimmer no hace más que dar un toque sublime a la ya genial ambientación. El elenco de actores de reparto es excepcional: Russell Crowe, Kevin Costner, Diane Lane, Amy Adams, Laurence Fishburne… y todos realizan perfectamente su papel.
Snyder se muestra bastante comedido con el uso de la cámara lenta para enfatizar las luchas o las poses como hiciera tanto en Suker Punch, 300, o Watchmen, en cambio utiliza mucha velocidad en la acción lo que conlleva unas escenas de acción realmente espectaculares.
Es un verdadero alivio ver un buen Superman tras la decepción que me llevé tras “Superman Returns” debido a que me al terminar de verla me sentía frío, no sabia decir si me había gustado o no, ya que no es mala pero te deja frío, sin emoción, sin… sin sal, el actor elegido en Returns se pasaba toda la película con la misma expresión en el rostro, y eso que tenía muchas esperanzas puestas en ella ya que B. Singuer es uno de los directores a los que admiro.
En esta ocasión la película tendrá detractores como todas, pero no podrán decir que carece de trasfondo emocional, que no trasmite. El actor principal, Henry Cavill, ha sido una excelente elección, tanto por su físico que no necesita de goma espuma para rellenar el traje, como por el Supermán poderoso que consigue trasmitir.
Hay que admitir que en esta ocasión nuestro Hombre de Acero tiene delante un verdadero reto y un tremendo adversario al estilo Superman II. No es un plan maquiavélico de Lex Luthor ni tiene que salvar a la sociedad de robots o accidentes fortuitos. En esta ocasión tiene un contrincante a su medida, de su mismo planeta, que permite lucirse y dejar salir toda su furia y su fuerza contenida en la primera mitad de la historia.
Debo admitir que disfruté y me lo pasé muy, muy bien viendo la película en el cine, y salí contento y satisfecho de la sala, y estas son las sensaciones que me parecen importantes al ver cualquier film ya sea de acción, comedia, terror, suspense u otra variedad, por lo que debo dar mi aprobado alto a esta película.
Como bien me comento un buen amigo, la mano de Nolan está cambiando el concepto del cine de acción y está creando una excelente escuela.
Esperemos que esta tendencia continúe y podamos disfrutar de muchas, muchísimas películas suyas como esta.