6.322 usuarios
150 críticas
Sigue sus publicaciones
3,0
Publicada el 16 de marzo de 2011
Impresionante relato de los codigos militares y como encubren todo aquello que no les parece bien que salga a la luz. Visión de las consecuencias en la mente de los jóvenes que han estado y sufrido una guerra y demuestra que los vencedores también pueden haber sido vencidos en esa misma guerra ya que han perdido gran parte de su vida e inocencia en la misma. Coraje de un padre que en muchos casos se niega a reconocer las evidencias de las secuelas de un ejército y ve con los reproches de su propia mujer como ha podido contribuir con sus decisiones al cambio del rumbo de la vida de sus hijos, recordar pequeños detalles lo que llevó a su hijo a poder acabar como acabó.
Sufrimiento de una madre qu quiere saber del dolor de su hijo y reflejarlo y justificarlo con el comportamiento de un padre que puede haberle empujado a una situación no deseada. Enfrentamiento por la jurisprudencia de la justicia entre lo militar y lo civil
En "Transformers: El lado oscuro de la Luna" (2011), tercera entrega de la correspondiente franquicia, los malos de la película conducen un automóvil diplomático donde vemos dos banderines ondeando en la parte delantera. Se trata de la bandera de la República Islámica de Irán... pero colocada boca abajo, algo considerado por cualquier nación como una falta de respeto.
Por supuesto, el film "En el valle de Elah" (2007) se encuentra en las antípodas del blockbuster nacionalista del estadounidense Michael Bay. Y así, la cinta que centra nuestra atención viene escrita y dirigida por Paul Haggis. El cineasta canadiense tiene el coraje de mostrar también otra bandera boca abajo, una muy distinta, una donde lucen las barras y las estrellas y que ondea "sobre la tierra de los libres y el hogar de los valientes", palabras con las que finaliza el himno de EE.UU.
"En el valle de Elah" cuenta la historia de dos investigaciones. La primera es la que mantiene un padre (Tommy Lee Jones), militar ya retirado, por esclarecer la desaparición de su hijo, una vez éste había regresado de la guerra de Irak y se encontraba en un cuartel del ejército, ubicado a las afueras de una pequeña localidad estadounidense.
La segunda de las pesquisas es aquella que también debe realizar nuestro protagonista pero, en esta ocasión, por encontrar el poso de sentimiento que le una a un hijo al que había desatendido en lo emocional.
Estas dos búsquedas establecen un pulso narrativo contenido en lo enérgico pero descarnado bajo el rostro pétreo de un Lee Jones sobresaliente. Y todo gracias a la firme dirección de Haggis.
Sabemos que nuestro protagonista está atravesando un campo de minas. Le advierten que no continúe avanzando, pero él debe hacerlo. Y lo hace, de manera dolorosa, pues el estallido resultante no acabará con su vida sino con algo todavía peor. Se trata de los valores en los que ha confiado desde que entrara en la academia militar y que le formaron como persona. Todo lo que ha sido. Todas las muestras de cariño que dejó escapar cuando estaba junto a su hijo. Todo boca abajo.