Crítica de SensaCine.com para Cuerpo de élite: Sobre los privilegios de la aristocracia inglesa

Tras una primera aproximación al documental con Lily Tomlin, Nick Broomfield dirigió su primer largometraje de ficción, Cuerpo de élite, en 1989 no volviendo al cine no documental hasta 2006. Y se trata de una aproximación curiosa, porque lo hace a través del thriller y del drama mediante una historia que busca cuestionar los mecanismos anacrónicos de sustentación de la aristocracia inglesa cuando un sir, celoso de su esposa, asesina a otra mujer al confundir a ambas mujeres.

Es posible que el trabajo ulterior de Broomfield imponga esta lectura alrededor de Cuerpo de élite, pero lo cierto es que, aunque irregular e insuficiente, posee una mirada que intenta ser objetiva, ¿documental?, incisiva sobre lo que habla. Lo malo es que no llega nunca a estar al mismo nivel que la narración, que debería ser la que sacara a la luz el correlato crítico hacia una clase social todavía asentada en unos privilegios que si bien han derivado más a lo económico que a la casta, persisten. Y Broomfield es capaz de mostrarlo, pero no tiene la suficiente fuerza para hacer de la película algo más que un thriller correcto.

A favor: Los actores, la mirada de Broomfield.

En contra: Al thriller le falta fuerza.