Crítica de SensaCine.com para Arthur y la venganza de Maltazard: La animación según Besson

Tras 'Angel-A', dirigida en 2005, Luc Besson se adentró en el mundo de la animación con 'Arthur y los Minimoys', a la que siguió 'Arthur y la venganza de Maltazard', segunda entrega que precede a 'Arthur 3: La guerra de los mundos'. Una trilogía realizada en apenas cuatro años y que, vista con perspectiva, no ha aportado nada a la animación en general ni a la carrera de Besson (en caso de que algo pudiera ayudar a esta a no ser lo que es...).

Pero dentro del disparate general de la propuesta, esta segunda entrega es la que peor parada sale: pierde la frescura y la novedad de la primera entrega pero, lo que es peor de todo, transmite la sensación de película de transición, de relleno, entre un planteamiento (la primera) y un final (la tercera), de ahí que la película transcurra como una sucesión de sketchs entrelazados y siempre con la pomposidad, el exceso y el mal gusto de un cineasta que, por desgracia, no se contenta con simplemente hacer cine sino que asume una condición autoral que quizá posea pero que no ha ayudado a su trilogía de animación.

A favor: Casi nada.

En contra: Casi todo.