Aprendizaje tardío
por Nestor HidalgoPuede que hoy en día la mayoría de la gente lo haya olvidado, pero el director James Mangold empezó en el mundo del cine independiente con una opera prima tan personal y problemática como 'Heavy'. La película se pega al cuerpo y expresividad gestual de su protagonista, Victor (Pruitt Taylor Vince, un carrusel de expresividad dolorosamente contenida), un treintañero con sobrepeso que trabaja en el restaurante de su madre, junto a la que ha pasado toda su vida después de que su padre muriera. La apacible y somnolienta rutina cambia cuando ella decide contratar a una nueva camarera más joven, Callie (Liv Tyler, bella, frágil y radiante en su segundo trabajo cinematográfico), de la que Victor se enamorará perdidamente pese a que ella sólo lo ve como un peculiar compañero de trabajo.
La bajada a los infiernos emocionales de Victor está tratada con cariño y respeto, aunque esas visiones oníricas en las que él cree rescatarla de un ahogamiento resultan fuera de lugar y restan elegancia a un relato que debería hacer de la sutileza y los pequeños gestos sus puntos fuertes, no del impacto sensacionalista. Con todo, Mangold logra tanto al guión como a la dirección que empaticemos con el protagonista y sintamos su mismo dolor ante la incapacidad de no poder confesar sus auténticos sentimientos a Callie, viviendo en un mundo de mudas miradas de reojo. Un mundo muy poblado.
A favor: La banda sonora delicada y minimalista de Thurston Moore.
En contra: Se le puede achacar falta de originalidad o garra en el retrato, pero tampoco es lo importante.