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1,0
Publicada el 10 de marzo de 2011
Menos mal que sólo dura 98 minutos porque si dura un poco ya me entra una depresión, de como un actor como robert de Niro puede estar haciendo este tipo de papeles que mal debe andar la industria para algunas edades, porque sino no lo entiendo. Primero de todo qu esta parte de la saga de Los pades, es más de lo mismo, un padre que se mete en la vida de su hija y que quiere controlar todo, y está todo el rato controlando a su yerno y comparandose con sus consuegros y actuando como un militar. Vamos que encima pienso pero que me están contando que los padres son así para nada, efectivamente es ficción pero que es horrorosa la trama el guión y no solté ninguna risa.
Pelicula navideña para reirte un rato para quien ya haya visto las dos anteriores de la saga, es mas de lo mismo Stiller esta gracioso como siempre y los niños muy monos. De niro como actor de comedias me gusta menos pero sigue siendo un conjunto que se puede ver , gracioso simplemente para pasar la tarde en familia . Divertida sin más pretensiones .
Sinceramente, tras el buen sabor de boca de las anteriores creía que ésta iba al menos a mantener el nivel, pero no ha sido así. Sin guión y pocas risas, es que ni es película de tv un domingo tarde en casa
La tercera entrega de la saga de los Fockers es una de las comedias más burdas y bobas que he visto. Las primeras entregas de la saga quedaban "resultonas" por la ensalada de gags sostenidos entre el tándem Stiller -De Niro. Pero como toda comedia que se repite termina cansando ya que, al fin y al cabo la cantinela es la misma. La primera entrega era graciosa, la segunda ya empezaba a cansar y esta tercera se sigue cebando en la dicotomía volcánica entre "suegro y yerno", ahora con gemelos de por medio. Nuevamente no hay guión, el hilo conductor es difuso, forzado y contra la corriente y la película se limita a amontonar por las bravas una colección de gags de muy irregular factura y comicidad. De Niro vuelve a estar pasadísimo, histriónico e insoportable, como casi siempre que "se mete a cómico". Stiller es la mejor baza de la desequilibrada pelicula; sus registros son estrechos pero efectivos. Su jeta en permanente estado de shock es lo único que salva a la comedieta de la ruina.