Existe una leyenda que una enorme campana de oro, llamada "La Madre de las Voces", fue construida hace mucho tiempo por monjes bizantinos. Cuando el jeque Mansour escucha esta historia contada por uno de sus prisioneros, Rolfe -hijo del jefe vikingo Krok- decide torturarlo para averiguar dónde está ese tesoro. Tras regresar a casa, convence a su hermano para que le siga y encuentre la campana por sí mismo, por lo que secuestran un barco destinado al rey, que encalla en la costa africana a la caza del preciado objeto.