Tom Joad regresa a la granja familiar tras haber cumplido condena en la cárcel por homicidio. Sin embargo, su retorno a casa no resulta nada feliz, pues la tierra de Oklahoma de la que es originario se encuentra arruinada por la sequía, la cual ha empobrecido a los pequeños propietarios, dejándoles a merced de los acreedores, que no dudan en expulsarlos de sus tierras. Ante la necesidad de escapar de la miseria, Tom emprende con su numerosa familia una odisea a la búsqueda de trabajo y prosperidad, en un éxodo a la costa del que participan muchos norteamericanos del centro del país. Así, los Joad se embarcan en un viejo camión rumbo a California. Su desesperación les convierte en presa fácil de empresarios sin escrúpulos que les explotan, dándoles trabajo a cambio de poco dinero y unas condiciones infrahumanas de alojamiento.