Pobre niño rico
por Eulàlia Iglesias'Niño rico' conserva buena parte del encanto del tebeo en el que se basa. Eso supone que se mantenga fiel a la hora de retratar a la familia más rica del mundo como unos seres encantadores que no han despedido jamás a ningún trabajador de sus fábricas, según confirman ellos mismos. Si aceptamos esta premisa increíble, resulta más fácil entrar en una película que en sus mejores momentos recuerda la capacidad de fabulación de la literatura infantil de Roald Dahl o lo más positivo de las películas Disney con personajes de carne y hueso.
En 'Niño rico' coinciden unos padres extravagantes, un mayordomo británico envarado pero no demasiado, un científico loco que no para de sacarse inventos de la chistera, unos malos capitalistas y un grupo de chavales que tienen gracia sin resultar repelentes. El tono es el propio de un cómic infantil que se basa en la regla del slapstick donde los golpes provocan risas y no sangre. La sensación es que la película podría haber sido mucho peor…
A favor: Su aire extemporáneo juega a su favor.
En contra: Macaulay Culkin, lo más insoportable del film.