Crítica de SensaCine.com para Háblame de la lluvia: Cuarenta y tantos

La aparición en el panorama cinematográfico francés de principios de los noventa de la pareja sentimental y profesional que forman Agnès Jaoui y Jean-Pierre Bacri animó la comedia producida en aquel país. Ambos firmaron el guion de dos de los mejores títulos recientes de Alain Resnais, 'Smoking/No Smoking' y 'On Connait la Chanson', también el de la estimable 'Como en las mejores familias' de Cédric Klapish. En el año 2000, Jaoui debutó tras la cámara con 'Para todos los gustos', una comedia humana sobre los prejuicios de los que somos víctimas pero también valedores, donde se mantenía su colaboración con Bacri tanto en la escritura como en reparto de papeles. En esta película ya asomaba, todavía débilmente, cierto tono de aleccionamiento moral propio de una marisabidilla que se ha extendiendo en las películas siguientes de Jaoui directora.

En 'Háblame de la lluvia', la cineasta vuelve a lanzar una mirada omnicomprensiva hacia unos personajes en plena crisis de los cuarenta y tantos. El patrón de sus guiones se ha hecho tan evidente que resulta demasiado fácil anticipar por dónde irán los tiros: cada protagonista muestra sus momentos de arrogancia y sus momentos de debilidad; todos llevan a cabo actos criticables y muestran debilidades que les hacen también dignos de nuestra compasión. Todo tan encorsetado que esa tragicomedia humana melancólica que quiere ser 'Háblame de la lluvia' apenas llega a respirar.

A favor: Jean-Pierre Bacri, impecable como actor.

En contra: Jaoui pierde esa frescura que se agradecía tanto en films como 'On connait la chanson'.