Road to Nowhere
por Cristina Álvarez López‘American Beauty' (Sam Mendes, 1999) puso de moda las películas sobre la rutina de la vida familiar suburbana -retratada desde la negatividad, la insatisfacción y el aburrimiento, y no desde sus aspectos positivos-. En ‘Revolutionary Road', una coproducción británico-estadounidense que adapta la novela de Richard Yates de 1961, la primera nota deprimente suena pasado el primer minuto y ya no nos abandona hasta el final.
Frank (Leonardo DiCaprio) y April (Kate Winslet) se conocen a finales de los 40. Una vez más Mendes muestra detalladamente, de forma plana y sardónica, las sórdidas infidelidades, los juegos de poder en el trabajo, las relaciones con unos vecinos impertinentes y los sueños desesperados sobre viajes exóticos o fantasías sexuales en los que se sumerge esta pareja. Pero la negatividad general sobre el "status quo" de la humanidad es artificial y superficial; no hay verdadera poesía o política en esta película, sólo una queja lacrimosa sobre la inevitable decepción y desilusión.
Lo mejor: DiCaprio interpretando un papel adulto.
Lo peor: La horrible música de piano que acompaña cada momento dramático.