Aritmética emocional

David Winters (Christopher Plummer), un profesor de universidad semi-jubilado y su esposa Melanie Winters (Susan Sarandon) viven en una granja situada en uno de los municipios del este de Quebec, con su hijo adulto Benjamin Winters (Roy Dupuis) y el hijo de éste, Timothy Winters (Dakota Goyo). Su vida no es del todo armoniosa debido a la infidelidad crónica de David y la inestabilidad emocional de Melanie a causa de una difícil infancia. De hecho esta inestabilidad ha provocado que Melanie tenga que tomar medicamentos para hacer frente a sus problemas mentales. En 1985, Melanie se reencuentra con Jakob Bronski (Max von Sydow) a quien conoció durante la Segunda Guerra Mundial cuando ambos eran sólo unos adolescentes. Los dos fueron encerrados en Drancy, una estación de tránsito fuera de París, donde el Gobierno, en colaboración con los nazis, ubicaba a los judíos antes de enviarlos a un campo de concentración. Jakob es un poeta que acaba de salir de un hospital psiquiátrico de Rusia, donde ha vivido la mayor parte de su vida, ingresado por haber matado a un guardia. Melanie le pide entonces a David que permita que Jakob se quede el tiempo que necesite. Junto con Jakob llega Christopher Lewis (Gabriel Byrne), quien también estaba en Drancy. Los tres formaron un lazo especial durante su estancia allí y su visita hace que Melanie recuerde emociones y sentimientos nunca vividos.