Déjà vu
por Paula Arantzazu RuizNo han sido pocas las películas que han luchado fervientemente porque la trama de relato coral y de vidas cruzadas se convirtiera en un tópico cinematográfico. De ‘Magnolia' (Paul Thomas Anderson, 1999) a ‘Crash' (Paul Haggis, 2006), todas han desenmarañado ese entramado narrativo con un deus ex machina a cuál más lacrimógeno, inverosímil o desconcertante. Pues bien, el sudafricano Wayne Kramer ha querido probar fortuna en el subgénero y en las buenas intenciones a partir de un retrato de un grupo muy dispar de personas que residen en Los Ángeles, con la idea de frontera e inmigración como sustrato crítico del relato. Hay una idea de narración noir, incluso con un inesperado Harrison Ford ejerciendo de antihéroe, pero es indudable que a Kramer lo que le interesa es priorizar cuán de malas son algunas personas y de qué manera podrían resarcirse. Demasiados peajes a pagar para una película en la frontera del deja vu.
A favor: Harrison Ford.
En contra: querer ser la nueva ‘Crash', de Paul Haggis.