Crítica de SensaCine.com para The International: Dinero en la sombra: Tapaderas turísticas

Louis Salinger, agente de la Interpol, es testigo de la muerte de su compañero de trabajo en plena calle, pero presiente que las cosas no son lo que parecen y que huele a chamusquina. Sobre esta sospecha inicial empieza a construirse The International: Dinero en la sombra, una trama de suspense con reminiscencias hitchcockianas que hace a su vez de lo internacional un factor clave para hacer más enrevesado su entramado y, de paso, posibilitar que su conocido reparto viaje desde Berlín a Nueva York pasando por Lyon, Estambul y Milán.

Tras adaptar El perfume, la emblemática novela de Patrick Süskind, el realizador alemán Tom Tykwer recupera los patrones del thriller clásico y reúne a Clive Owen y Naomi Watts en un filme ambicioso cuyo guión contiene unos cuentos agujeros vacíos y no acierta a mantener el interés del espectador. La madeja se lía innecesariamente ofreciendo una sensación de "déjà vu" que pretende solventarse con referencias superficiales a las redes internacionales del crimen organizado, las técnicas empresariales y bancarias de lavado de dinero, la manipulación política y económica de los estados, la corrupción global del sistema... Tykwer parece, por otra parte, más interesado en confeccionar encuadres y planos arquitectónicamente interesantes que en mantener la coherencia narrativa y el in crescendo dramático de este fallido filme de acción.

A favor: Su arranque y la secuencia en el Guggenheim neoyorkino.

En contra: Su falta de pulso narrativo a partir de la mitad y el poco empaque de su relato y de las cuestiones que menciona.