SensaCine adapta las notas de cada medio con una puntuación de 0.5 a 5 estrellas.
críticas de medios
Fotogramas
por Fausto Fernández
Sátira, ligera, religiosa, la película de Mark Pellington fabula sobre el poder del amor (y de la impertinencia) desde un simpsoniano vecindario con manchas milagrosas, borracheras bíblicas e irónicas discusiones bizantinas.
Ahí reside, de hecho, el mayor interés de un proyecto que, desde el principio, promete más de lo que acaba dando: en el tono que le imprime su director. Y es que, entre líneas, casi de puntillas, está elaborando un discurso personal sobre la soledad y la melancolía construído a partir de detalles sutiles, actitudes, encuadres y sentido de la atmósfera.
El País
por Jordi Costa
Una excéntrica pieza de existencialismo suburbial que se transfigura en evangelio multiusos, ideal para renacimientos espirituales de jardín trasero: un forzado punto de encuentro entre la poética de John Cheever y el placebo de los libros de autoayuda.
El asunto va del drama más o menos severo a una concatenación de elementos mágico-religiosos de dudoso ensamblaje; si se toma por su lado más surreal, puede funcionar.
La crítica completa está disponible en El Periódico
Metrópoli
por Francisco Marinero
Abusa de los recursos de estilo y de las convenciones temáticas más folletinescas sin lograr conmover al creyente, convertir al incrédulo o entretener a uno y otro.
Fotogramas
Sátira, ligera, religiosa, la película de Mark Pellington fabula sobre el poder del amor (y de la impertinencia) desde un simpsoniano vecindario con manchas milagrosas, borracheras bíblicas e irónicas discusiones bizantinas.
DIRIGIDO POR
Ahí reside, de hecho, el mayor interés de un proyecto que, desde el principio, promete más de lo que acaba dando: en el tono que le imprime su director. Y es que, entre líneas, casi de puntillas, está elaborando un discurso personal sobre la soledad y la melancolía construído a partir de detalles sutiles, actitudes, encuadres y sentido de la atmósfera.
El País
Una excéntrica pieza de existencialismo suburbial que se transfigura en evangelio multiusos, ideal para renacimientos espirituales de jardín trasero: un forzado punto de encuentro entre la poética de John Cheever y el placebo de los libros de autoayuda.
El Periódico
El asunto va del drama más o menos severo a una concatenación de elementos mágico-religiosos de dudoso ensamblaje; si se toma por su lado más surreal, puede funcionar.
Metrópoli
Abusa de los recursos de estilo y de las convenciones temáticas más folletinescas sin lograr conmover al creyente, convertir al incrédulo o entretener a uno y otro.