Con faldas y a lo loco
por Diana AlbizuCon la canción de Bob Dylan 'Just Like a Woman' como título original, 'Simplemente Geraldine' ganó cierta relevancia al presentar en una película comercial y mainstream a un protagonista travesti (sin excusa dramática asociada a la trama, como pueda ser el caso de 'Con faldas y a lo loco' o 'Señora Doubtfire, papá de por vida'). Más allá de ese interesante y normalizador detalle, lo cierto es que el filme dirigido por el británico Christopher Monger tiene una factura anodinamente convencional y un desarrollo dramático que bascula entre lo previsible y lo intrascendente.
Gerald (interpretado por Adrian Pasdar, un intérprete justito) es un banquero norteamericano que vive en Londres y gusta de vestirse como mujer y transformarse en Geraldine. El hecho de tener ropa interior en casa le cuesta el matrimonio cuando su mujer sospecha una infidelidad y eso le hace mudarse a compartir casa con una recién divorciada (Julie Walters). Cuando ella intenta un acercamiento sexual, el secreto de Gerald sale a la luz por primera vez, lo que condiciona el resto de la película al marcar el resto de su relación. El problema es que el desarrollo de dicho romance no guarda más interés aparte del hecho de ver juntos a una mujer con un hombre vestido de mujer.
A favor: La manera no sensacionalista de tratar el travestismo.
En contra: Lo intrascendente de toda su propuesta dramática.