Melodrama 'tex-mex'
por Diana AlbizuGuillermo Arriaga alcanzó fama y notoriedad gracias a sus guiones para las tres primeras películas de Alejandro González Iñárritu —'Amores perros' (2000), '21 gramos' (2003) y 'Babel' (2006)— y el texto de su debut como director presenta muchas de las marcas de estilo de aquellos libretos: narrativa fragmentada y no lineal, varios personajes en apariencia desconectados cuyas relaciones subterráneas terminan por salir a la luz, experiencias traumáticas que generan dependencia emocional y otras patologías del alma y, en general, una materialización fílmica de sufrimiento exacerbado como constante principal. Es decir, lo que vendría a ser la pulpa de un culebrón sensacionalista cualquiera, pero glorificada y adecentada por medio del extrañamiento narrativo y las interpretaciones de prestigio. Poco más queda del esqueleto de amor adúltero, tragedia flamígera y traumatización familiar que expone Arriaga como si no estuviera mil veces visto. Pero lo peor es que, una vez visto el filme y deshilado su madeja temporal, el artificio gratuito del desorden narrativo no hace más que evidenciar la frágil base dramática de toda la estructura.
A favor: Tres generaciones de grandes actrices rubias: Kim Basinger, Charlize Theron y Jennifer Lawrence.
En contra: El profundo desprecio que demuestra Arriaga hacia todos sus personajes.