Espías de otra época
por Virginia MontesEl thriller de espías internacionales ha alcanzado su máxima cotización desde el triunfo de las películas en torno al personaje de Bourne. Ahora llega a las pantallas algo así como su alter ego femenino, Salt (un personaje hecho a la medida de la heroína Angelina Joline en lo que mejor se le da hacer, el género de acción). Sin embargo, la película de Phillip Noyce (siempre eficaz elaborador de dignos productos mainstream) apunta tanto al presente como al pasado en lo que se refiere a intrigas gubernamentales. Los rusos continúan siendo la amenaza oculta, como en las viejas películas de espías y, como en ellas, el agente oculto nunca es lo aparenta ser.
La película se convierte en una auténtica ginkana repleta de vericuetos argumentales y giros de guion en la que la acción se alía a un sentimiento totalmente lúdico para desprender un cierto aroma a entretenimiento nacido en otra época pero reconfigurado a través de los avances tecnológicos de la actualidad. Y gracias a esa combinación, termina resultando una película tan disparatada como interesante.
A favor: Angelina Jolie borda este tipo de papeles.
En contra: Es un producto un poco fuera de época que solo gustará a los nostálgicos.