El director, José Luis Guerín, conoció a Pilar López de Ayala (Báilame el agua) en el Festival de Cine de San Sebastián, donde ella presentaba Juana la loca y él En construcción, de inmediato quiso trabajar con ella.
En la ciudad de Sylvia se presentó a concurso en la 64 edición del Festival de Cine de Venecia.
El grafiti que se lee constantemente por los muros de la ciudad, y parece guiar al personaje, evoca al nombre-emblema del Cancionero de Petrarca, nombre con que popularmente se conoce la obra lírica en vulgar toscano de Francesco Petrarca.