Terror en vivo y en directo
por Beatriz MartínezEl tándem conformado por Jaume Balagueró y Paco Plaza se reunía para configurar la que seguramente se haya convertido en la película de cine español más influyente de los últimos tiempos. Un auténtico tren del terror de la era digital en la que la grabación a tiempo real a través de diferentes soportes venía a recoger el testigo de una película que vino a sentar las bases del asunto, El proyecto de la bruja de Blair y que con el tiempo se erigiría como una obra de básica trascendencia para los derroteros por los que continuaría el cine de terror del nuevo milenio. El miedo había que filmarlo de frente, cara a cara, en el preciso momento que ocurría y no hacían falta efectismos estilísticos ni virguerías visuales, sino la brusquedad e inmediatez de una cámara en mano. Y todo para aportar verosimilitud, para que el miedo se convierta en un elemento epidérmico y se creara una verdadera sensación de asfixia en el patio de butacas.
A favor: Estilísticamente impecable y eficaz como una apisonadora.
En contra: Las supuestas explicaciones de la infección en el último tramo de la película.