A lágrima suelta
por Virginia MontesEn sus dos primeros largometrajes, 'Volver a vivir' y 'Atrapada entre dos hombres', Nick Cassavetes intentó acercarse, sobre todo en la segunda, al cine de su padre, algo francamente complicado. Seguramente por eso dejó de intentarlo en sus siguientes películas, 'John Q' y 'El diario de Noa', melodramas tendientes al llanto gratuito en los que parecía sentirse más cómodo. Abandonó el género brevemente con 'Alpha Dog' para nuevamente volver en 'La decisión de Anne' a adentrarse en él, además con una gran fuerza.
A partir de la novela de Jodi Picoult, el film se centra en una historia sobre la enfermedad, la muerte, la vida, la familia... con un tono de telefilm malo, con una mirada maniquea y manipuladora pero realmente efectiva (y efectista). Un producto de innegable visión comercial en tanto a que el cine al que pertenece 'La decisión de Anne' siempre resulta efectivo en taquilla. Parece mentira que Nick Cassavetes no aprendiera nada de cómo su padre restructuró y rescribió la forma de acercarse al melodrama, emocionando sin necesidad de jugar con el lagrimal del público.
A favor: Casi nada.
En contra: Casi todo.