Ant-Man es la decimosegunda película de Marvel Studios, la última de la segunda fase del Universo cinematográfico de Marvel y la que deja preparado el escenario para la próximas entregas del Capitán América y Los Vengadores. Los seguidores del mundo Marvel ya sabéis que, en los cómics, el primer Ant-Man (el doctor Pym) fue miembro fundador de Los Vengadores y Scott Lang, su sucesor, formó parte de los Cuatro Fantásticos y también de Los Vengadores. Esta película se centra en los personajes de Hank Pym y Scott Lang, la transición de uno al otro.
[...] Probablemente esta es la película de súper héroes de Marvel que menos se siente como una historia de Marvel, a pesar de estar llena de referencias y alusiones a Los Vengadores. Toda la primera parte es, básicamente, la típica trama de avaricia empresarial y como un grupo de (improbables) héroes intenta impedirlo, pero contado en tono de comedia negra, con diálogos rápidos, muchas dosis de ingenio y un toque de originalidad que necesitaba la franquicia. Dejando para el final la gran batalla definitiva entre Ant-Man y su antagonista y, esta vez, en lugar de destruir edificios y ciudades, es una batalla a pequeña escala, dentro de un maletín (la escena no puede ser más genial) o en la maqueta de un tren infantil (hilarante).
El guion dedica mucho tiempo a presentarnos a los personajes y sus motivaciones, por un lado el deseo de Scott de olvidad los errores del pasado y tener una segunda oportunidad, sobre todo con su hija. Y por otro lado, la tensa relación que durante años ha habido entre el doctor Pym y su hija Hope y el tema tabú de cómo murió su madre. Tratando temas como la confianza, la esperanza, el legado de conocimientos y la responsabilidad de hacer lo correcto, en lugar de amenazas alienígenas o científicos locos que quieren destruir La Tierra que suelo ser lo habitual en este tipo de historias.
Con esto no os penséis que no hay acción, la hay y mucha. Las escenas de acción se benefician de las habilidades de nuestro héroe, con continuos cambios de tamaño que nos permiten contemplar la escena en ambas escalas, dotando al conjunto de una originalidad especial pues esperamos que nuestro héroe triunfe, pero es difícil anticiparse y adivinar como lo hará. El aspecto visual está en la línea del resto de películas Marvel, con un cierto toque retro al estilo Capitán América, los efectos especiales están al servicio de la acción y el 3D acompaña sin molestar ni marear.