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jgarciam4
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2,0
Publicada el 4 de julio de 2010
Domingo por la tarde, primera sesión, la sala era pequeña y solo habíamos en ella cinco personas. Si hay que destacar algo de este largometraje, sin duda alguna es el trabajo de Joaquín Phoenix, que se mete en el papel de un personaje problemático, que tiene que aceptar lo que le depara el destino. Largometraje de sentimientos, personal. Sin ningún tipo de artificio. Un poco lento e incluso aburrido por momentos. En resumen: largometraje, para una vez visto, a ser posible con tu pareja, cena romántica y lo que surja después.
Es obvio afirmar a estas alturas que Two Lovers se parece a Vértigo. Lo que le ocurre es que, a pesar de ser uno de los mejores títulos que nos ha entregado el cine americano recientemente, la historia tiene una leve descompensación del lado de la encantadora morena interpretada por Vinessa Shaw. Porque si en el clásico de Hitchcock la Kim Novak rubia y la Kim Novak castaña eran igual de fascinantes, en esta cinta la pobre Vinessa no aparece tan definida, e incluso nos parece bastante sosa. ¿Por qué? Pues imagino que porque la que de verdad le gusta a Joaquin Phoenix es la rubia Gwyneth Paltrow... Como en Vértigo, vamos. Pero allí, el protagonista, mucho menos pusilánime que el de Two Lovers, no para hasta que consigue transformar a la morena en la rubia. En cambio, aquí, Joaquin ha de conformarse porque no le queda otra. En definitiva, una historia muy triste, se mire desde la perspectiva de la morena o de la rubia.
La mejor película romántica, si por romántica entendemos intensa, apasionada y desestabilizadora, de la década. Joaquin Phoeix esta increíble, vulnerable y deseoso de ser amado por aquella persona a quien ama, que es a su vez aquella que no es amada por los que le dicen que son quien mas por él han hecho (sus padres), es una película grandiosa.
James Gray logra con un producto atípico que el espectador conecte desde el principio.
El argumento nos presenta un personaje principal herido y con una personalidad que se podría catalogar como extraña, personalmente su profundidad y la brillante interpretación de Joaquin Phoenix hicieron que empatizase de una manera especial con el. Cada escena es perfecta y no solo por la cuidada puesta en escena de James Gray sino porque ninguno de los momentos sobran siendo de principio a fin una cadena de sucesos en la que yo no quería perder el hilo, pues la gran proeza de esta cinta es la ya mencionada trama, muy original y con un final que sin poder contar nada de lo que ocurre para no hacer spoilers a mi me parece rompedor.
Desgarrador retrato de lo irracional que llega a ser el amor que sentimos por alguien, y un reflejo escalofriante de los placebos que se toman para remplazarlo y emularlo en vano, porque nunca logra ser enteramente sustituido.