Stella está creciendo poco a poco: recientemente ha cumplido los once años, y debe comenzar sus estudios en el Liceo de París, donde acude como escolar. Su vida lo desarrolla en el bar donde habitualmente se reúnen sus padres, un tugurio para gente de mala calidad, donde hay alcohol, juegos de cartas, apuestas deportivas y juergas hasta el amanecer: un lugar nada apropiado para una pequeña.
Debido a ello sabe todo sobre fútbol o la música más de moda. No está a gusto en su colegio, cree que es muy difícil estudiar allí, y no es buena con los libros, le cuesta aprender, los maestros la dejan en evidencia día sí y día también, además de tener problemas con diversas compañeras que la desprecian y maltratan. Pero en medio de este ambiente malsano, la pequeña Stella encontrará el amor y los problemas a los que se enfrenta una niña de su edad, aunque algo distinta a los demás, conoce mucho sobre el mundo de los adultos que le rodean, pero poco de la relación con niños de su edad.
Primera juventud
por Carlos Reviriego