Con Lisboa como icono de fondo, la película explora la intrincada relación entre la música y la ciudad, y la evolución del Fado a través de los años desde sus orígenes Africanos y Brasileños hasta la nueva ola de los Fadistas modernos. Bajo la supervisión musical de Carlos do Carmo, la película reúne una de las mejores bandas sonoras de la "World Music" hasta la fecha, aunando los mejores talentos portugueses como Mariza o Camané, junto a leyendas internacionales como Caetano Veloso y Chico Buarque, o las promesas Lila Downs y Lura.