Pérdida de fe
por Cristina Álvarez LópezEste segundo filme sobre los expedientes X llegó diez años después del primero y siete años después del final de la serie de televisión. Es difícil creer que se necesitase tanto tiempo para su guión y su preparación porque, de todas las historias de 'Expediente X', esta es la más torpe de todas. El director y productor Chris Carter tomó una mala decisión: en lugar de hacer que el filme siguiese la línea de abducciones alienígenas y conspiraciones gubernamentales, optó por idear un thriller sobre experimentos médicos en base a la combinación de partes de cuerpos de animales y de humanos.
El tema de "querer creer" que se apunta en el título original y que era dramatizado siempre a partir de las diferentes actitudes de Scully y Mulder se relaciona con la fe religiosa y con un cura pedófilo que tiene visiones de los lugares donde se encierran a las víctimas. Como thriller el filme es lento, muy básico y casi amateur, las visiones que deberían resultarnos horripilantes no están a la altura y, además, presenta una cansina subtrama con Scully como doctora de un niño enfermo.
A favor: Scully en una habitación llena de cadáveres sin cabeza afirmando: "Tengo trabajo que hacer aquí".
En contra: La desapasionada escena de cama entre los protagonistas.