Paternalismo deportivo
por Diana AlbizuDe manera inexplicable para esta humilde crítica, 'The Blind Side (Un sueño posible)' no sólo ocupó el tradicional puesto de drama humanista y bienintencionado que, durante la temporada de premios en EE UU, empieza a obtener relevancia y acumular espectaculares cifras de espectadores, sino que además terminó por consagrar a Sandra Bullock como intérprete 'académica' gracias a brindarle un Oscar y un Globo de Oro por su actuación. La película, escrita y dirigida por John Lee Hancock tomando como base el libro de Michael Lewis sobre el caso real del jugador de la NFL Michael Oher, tiene unos niveles de autoindulgencia burguesa que resultan difíciles de aguantar.
El tono sentimentaloide y la simplificada narración, que apela a los sentimientos más básicos y desproblematizados de un público que ya acude a la sala deseando emocionarse, se abrazan con una visión tan paternalista de los problemas raciales, las diferencias de clase o incluso el sistema social (vergonzosa la aparición de Kathy Bates como una tutora Demócrata) que es complicado creer que ninguna de las personas implicadas en su proceso creativo viese claramente dicha polarización. Lo cual los convierte en cómplices de un objeto fílmico lacrimógeno que, con su instrumentalización de la vida de Oher, en vez del canto a la autosuperación que pretende ser se transforma en un reprobable ejercicio de cinismo moral.
A favor: Que al menos un personaje diga en voz alta los (buscados) paralelismos con 'Grandes esperanzas'.
En contra: El personaje que interpreta Sandra Bullock está tan forzado, instrumentalizado y omnipresente que es imposible no odiarlo antes de la mitad de la película.