Crítica de SensaCine.com para Precious: La belleza es la superación

Aupada en el Festival de Sundance de 2009 y producida por la todopoderosa Oprah Winfrey, Precious se convirtió en el sleeper indie del año 2009. Su premisa no puede ser más aterradora: Precious Jones (Gabourey Sidibe) es una estudiante adolescente obesa y analfabeta, embarazada de su padre por segunda vez, cuyo primogénito sufre síndrome de down, y a quien el martirio psicológico de su madre (Mo'Nique, en un papel que le valió el Oscar como mejor actriz secundaria) no le sirve precisamente de mucha ayuda. Como se puede observar, la cinta no escatima en pornografía de la depauperación, más bien aprovecha la desgracia de su protagonista para golpear el bajo vientre de los espectadores. Y lo consigue, llevando el género del melodrama hacia terrenos de la lágrima de reality, del exhibicionismo emocional. Una película que es la peor versión de ‘La parada de los monstruos', esto es, que se regocija en lo que muestra, sin acusar las razones de lo que está mostrando.

A favor: Las interpretaciones de sus protagonistas.

En contra: El poco pudor de la historia.