El árbol de la vida : los secretos del rodaje

Después de haber sido desdeñada sorprendentemente en la nominaciones a los Globos de Oro, 'El árbol de la vida' ha sido por fin recompensada en las nominaciones a los Oscar en tres categorías: Mejor Película, Mejor Director (Terrence Malick) y Mejor Fotografía (Emmanuel Lubezki). La protagonista femenina, Jessica Chastain, está nominada a Mejor Actriz de Reparto por 'Criadas y señoras'.

Cuando se filtró que en 'El árbol de la vida' iban a aparecer dinosaurios nadie lo podía creer, tratándose de una película de Terrence Malick. De esta forma, Mike Fink ('Blade Runner'), el creador de los efectos especiales afirmaba: "Trabajamos en la animación de los dinosaurios durante mucho tiempo, pero no se parecen a los de 'Parque Jurásico', puesto que nosotros nos remontamos a los primeros microorganismos vivos. Nos tuvimos que documentar mucho para realizar su diseño".

Hay en 'El árbol de la vida' un "árbol de la vida" verdadero, el que crece delante de la casa donde vive la familia O'Brien. Se trata de un roble de 29 toneladas que se encuentra ubicado en la ciudad de Smithville, donde la película ha sido rodada.

Para encontrar la inspiración para la dirección artística del film, Jack Fisk (director de producción de películas como 'Pozos de ambición' o 'La delgada línea roja'), estuvo durante un tiempo visitando el Museo Metropolitano de Nueva York para impregnarse de las obras de arte de las diferentes épocas, con el fin de obtener la atmósfera tan particular que respira el film.

'El árbol de la vida' fue rodada en Texas, donde Malick pasó parte de su juventud. ¿Estamos ante una película autobiográfica? La obra del cineasta parece tener un contenido universal, pero también hay elementos de su propia experiencia. Así, 'Días del cielo' seguía a trabajadores de temporada que iban a los campos de Texas a trabajar. Malick nació precisamente en Illinois y habría pasado parte de su infancia siguiendo a su padre, un trabajador del campo que ejercía de temporero.

Terrence Malick y Bill Pohlad, el presidente de River Road y productor de la película, querían desde hacía tiempo colaborar juntos. Cuando recibió el guion de la película, Pohlad se quedó muy sorprendido: "Era un texto magnífico, que destilaba todo el inconfundible estilo de Malick, pero no estaba escrito como un guion habitual. En realidad, se acercaba más a un poema. No sabía hasta dónde me llevaría la experiencia de leerlo, pero me dejó tocado. Era una historia intimista, pero a la vez un cuento de dimensiones épicas".