Inmersión fallida en el universo femenino
por Virginia MontesEn su cuarta, peor y más ambiciosa película, 'La vida privada de Pippa Lee', Rebecca Miller adapta su propia novela, de tintes autobiográficos, en la que sigue la vida de una mujer, Pippa Lee (Robin Wright Penn), a través de sus recuerdos y a partir del momento en que sufre una profunda crisis identitaria. Miller estructura la película mediante cuadros narrativos no siempre conectados entre sí y que rompen por completo la linealidad. Los recuerdos nunca son ordenados y Miller así lo plantea en su película, el problema es que acaba construyendo una película desordenada y caótica y no compleja, como ella pretende. Los actores, por lo general, dan consistencia a sus personajes y algo de credibilidad a una película que busca, además de trazar el retrato de una mujer en crisis, el lanzar una visión sobre la Norteamérica de las últimas décadas. Pero 'La vida privada de Pippa Lee' falla en todo, básicamente porque Miller no es capaz de insuflarle vida a las imágenes, las cuales se pretenden cuidadas pero caen en un preciosismo vacuo.
A favor: Los actores.
En contra: La poca capacidad de Miller para organizar un material que, a priori, daba para muchísimo más.