Los ríos de color púrpura : los secretos del rodaje

Las escenas finales de la película fueron difíciles, ya que se rodaron en un glaciar a 3200 metros de altura y además en unas condiciones climáticas complicadas.

Según Mathieu Kassovitz "Trabajar con el autor del libro podía ser complicado, cuando se escribe un libro de 400 páginas, en 120 se pueden resumir. Hay que llegar a 1:30 en lo que normalmente llevaría 5 horas de película, hay que cortar cosas y esto puede herir el ego del autor. Afortunadamente, Jean-Christophe estaba completamente a disposición de la película y fue el primero en decir: "Dad una patada al libro, a quién le importa, cambiad cosas si es necesario para la película".

Fue un placer trabajar con él porque era lo suficientemente inteligente como para entrar en la película y olvidar el libro, aceptó cambiar las cosas.

Los ríos de color púrpura es una adaptación del best seller homónimo de Jean-Christophe Grangé.