A mediados del siglo XIX, el ferrocarril es la última revolución en Estados Unidos y el último estado en disfrutar de él es Missouri. Antes de construirlo, los trabajadores de la empresa tienen que recurrir a engaños y estafas para adueñarse de los territorios por los que pasa el tren, a pesar de los deseos de sus propietarios originales. Una de las familias afectadas es la formada por una mujer y sus dos hijos, Jesse y Frank James. Cuando un agente del ferrocarril asesina a la madre después de que ésta se negase a vender la casa, Jesse y Frank deciden vengarse. A partir de entonces se dedican a atracar ferrocarriles, lo que les convierte en unos héroes entre las personas que se encuentran indefensas.