SensaCine adapta las notas de cada medio con una puntuación de 0.5 a 5 estrellas.
críticas de medios
CAHIERS DU CINEMA
por Carlos Reviriego
Sobre el papel, los personajes del film son títeres narrativos que se abren a misteriosas duplicidades y a abismos de identidad, pero bajo el cincel de Almodóvar (...), los personajes son carne viva, presencia magnética, actores iluminados.
La crítica completa está disponible en CAHIERS DU CINEMA
El Cultural
por Carlos F. Heredero
La ficción se mira en la ficción. El cine se mira en el cine.
La crítica completa está disponible en El Cultural
Fotogramas
por Jordi Costa
'Los abrazos rotos' es una manifestación extrema de lo que podría llamarse el Barroco Almodovariano, un juego de máscaras, tiempos, niveles narrativos y registros estéticos que, del primer al último fotograma, lleva grabada a fuego la identidad de su creador.
La crítica completa está disponible en Fotogramas
DIRIGIDO POR
por Alejandro G.Calvo
El director de comedias vivas se descubre como un desarraigado emocional que, pese a todo, es capaz de esbozar una sonrisa cuando mira hacia atrás. Eso y la pasión que sigue latiendo detrás de las imágenes es lo mejor de una película que sabe a poco (o a demasiado).
El País
por Carlos Boyero
Lo que observas y lo que oyes te suena a satisfecho onanismo mental. Y no te crees nada, aunque el envoltorio del vacío intente ser solemne y de diseño. Y los intérpretes están inanes o lamentables. La única sensación que permanece de principio a fin es la del tedio. Y dices: todo esto, ¿para qué?
CAHIERS DU CINEMA
Sobre el papel, los personajes del film son títeres narrativos que se abren a misteriosas duplicidades y a abismos de identidad, pero bajo el cincel de Almodóvar (...), los personajes son carne viva, presencia magnética, actores iluminados.
El Cultural
La ficción se mira en la ficción. El cine se mira en el cine.
Fotogramas
'Los abrazos rotos' es una manifestación extrema de lo que podría llamarse el Barroco Almodovariano, un juego de máscaras, tiempos, niveles narrativos y registros estéticos que, del primer al último fotograma, lleva grabada a fuego la identidad de su creador.
DIRIGIDO POR
El director de comedias vivas se descubre como un desarraigado emocional que, pese a todo, es capaz de esbozar una sonrisa cuando mira hacia atrás. Eso y la pasión que sigue latiendo detrás de las imágenes es lo mejor de una película que sabe a poco (o a demasiado).
El País
Lo que observas y lo que oyes te suena a satisfecho onanismo mental. Y no te crees nada, aunque el envoltorio del vacío intente ser solemne y de diseño. Y los intérpretes están inanes o lamentables. La única sensación que permanece de principio a fin es la del tedio. Y dices: todo esto, ¿para qué?