Somos toda una generación que recuerda con cariño muchos de los shows de la época, sin grandes guiones pero cumpliendo con su propósito, distracción sana y sin contratiempos, por eso, las adaptaciones al cine producen miedo, precisamente por la carga de nostalgia que llevan.
Dicho esto, la película es un Origen en toda la regla, usando la frase con la que comenzaba cada capítulo explica el cómo y el porqué de la falsa acusación que les lleva a ser condenados 10 años, se conceden algunas licencias, como cambiar la guerra de Vietnam por la de Irak y la jubilación de la mítica furgoneta, se trata de un cambio tan inevitable como legítimo, aún así queda un producto divertido, ameno y con grandes dosis de acción.
Los primeros minutos nos presentan uno a uno a los cuatro protagonistas principales, que son los que luego formarán el Equipo A (la A es de Alpha, nombre con el que se conoce a su unidad), y nos explica de forma breve cómo llegaron a conocerse.
A partir de ahí, damos un salto en el tiempo de 8 años, con el equipo de misión en Irak. Ahí es donde les tienden la trampa que les lleva a prisión, hecho que desencadenará el resto de acontecimientos (la posterior huida y la venganza que llevarán a cabo).
Los actores que les interpretan, Liam Neeson, Quinton ‘Rampage’ Jackson y Sharlto Copley junto a Bradley Cooper hacen un trabajo genial, bebiendo del original pero imprimiendo un toque personal, especialmente Liam Neeson o Bradely Cooper, que enseña cacha para deleite femenino a la vez que seduce a toda fémina que se le cruce por delante, personalmente creo que los más díficiles, por ostentar un mayor cariño son Mr. T, del actor hay que decir que no tenía muchas tablas en interpretación y sin embargo, sale airoso eso sí con un peinado diferente y sin collares de oros y Sharlto Copley, quién ya nos sorprendió gratamente en Distrito 9, como Murdock, el tarado piloto.
El tono general es exagerado y excesivo con grandes dosis de acción, humor y se consiguen momentos divertidos gracias a la camadería de sus protagonistas y a lo descabellado de sus planes (la evasión del hospital psiquiátrico no tiene desperdicio), y el director rueda con eficacia y mucha espectacularidad todas las secuencias de acción, para el recuerdo la secuencia del tanque que va de mal en peor.
La perseguidora oficial del cuarteto es Jessica Biel, ¿otra licencia para dejar constancia de la presencia femenina en el ejército? que cumple con su papel sin mucho aspaviento.
En definitiva, una película que entretiene y que no deshonra la historia original, cócktel explosivo regado con humor, lo cierto es que te deja con ganas de ver de nuevo en acción a este habilidoso y alocado Equipo A, sobre todo después de ese desenlace que homenajea al opening ochentero.
Lo dicho, me encanta que los planes salgan bien...