Crítica de SensaCine.com para Big Eyes: Mentiroso compulsivo

Hace años (sí, hace años…), Tim Burton se habría puesto del lado del mentiroso sin dudarlo ni un instante. Lo hizo con ese bioexorcista llamado Bitelchús, con el sociópata Batman (epítome del ser con doble vida y doble mentira) y, por encima de todos, con Ed Wood. Lo de Ed Wood era doblemente bello: un mentiroso que era un artista, alguien que se autoengañaba, a él y a los demás, en esa difuminada frontera que separa la genialidad de la basura.

Hoy, Burton castiga al mentiroso, es cruel con él y lo ridiculiza sin siquiera intentar comprenderle. Paradójicamente, tanto Ed Wood como esta académica e impersonal Big eyes comparten mismos guionistas, lo que plantea la cuestión de si, definitivamente, son ya malos tiempos para la lírica y para los outsiders. Poco hay de Tim Burton en Big eyes, acaso un sueño que parece la versión Harper’s Bazaar de la paranoia social de ¡Están vivos! No voy a discutirle que quiera ser un autor sin personalidad, un aplicado ilustrador de historias basadas en hechos reales. No está nada mal, no es un deshonor ser un artesano, y esta película es eso, una artesanía… o mejor: una de esas reproducciones en serie de los cuadros que pinta el personaje de Amy Adams que aparecen a la venta. Lo que cuenta es interesante, hay un retrato de época excelente (esos colores, esos vestidos, esas casas… ¡esa música de Danny Elfman!) y un buen ritmo, pero todo está a años luz del universo burtoniano. Con buena voluntad uno puede ver cosas que le son próximas (no deja de ser el film un cuento de hadas con Rapunzel encerrada por un malvado brujo en una torre de oro)… Buena voluntad, sí… Un producto, en suma, más que correcto aunque no le perdonemos a Burton que abandone a ese marido embustero y lo convierta en la escena del juicio en una caricatura indigna del autor que siempre prefirió dejarse cortar la cabeza en Sleepy Hollow a conservarla en Hollywood.

A favor: Amy Adams y la recuperación de Jon Polito.

En contra: Que todos esperábamos muchísimo más del film.