Presbyterian Church es un pequeño pueblo minero del Noroeste de Estados Unidos al que llega John McCabe, un jugador con un misterioso pasado y un espíritu emprendedor. La iniciativa de McCabe le lleva a organizar un prostíbulo, el primero de la localidd, en el precario alojamiento de unas tiendas de campaña. El negocio crece gracias a la irrupción de Constance Miller, una prostituta que ejerce de madama. La sociedad entre McCabe y la señora Miller prospera a buen ritmo a pesar de las diferencias de criterio que les separan. Su éxito es tal que convierten el burdel en una referencia en la región. La localidad también gana repercusión gracias a la fertilidad de sus yacimientos mineros. Esta proyección no pasa inadvertida para una gran empresa, que se muestra interesada el negocio de McCabe, junto al resto de Presbyterian Church.