Después de 12 años del estreno de Diamantes para la eternidad, Sean Connery vuele a interpretar a James Bond en Nunca digas nunca jamás, siendo la última actuación del actor como el agente 007.
Cuando el agente Bond se ve incapacitado para superar un entrenamiento rutinario, su superior, M (Edward Fox), le ordena inscribirse en una clínica de Londres para ponerse en forma. Una vez allí, el agente secreto del MI6 es testigo del ataque de la enfermera Fatima Blush (Barbara Carrera) hacia un paciente, por lo que decide investigar. Descubre que la mujer pertenece a la organización Spectra, que tiene en posesión dos bombas atómicas con las que ha amenazado al Primer Ministro Británico. Si no paga lo que la Organización pide, harán explotar los detonantes en cualquier punto de Inglaterra o Estados Unidos. Para acabar con los villanos, Bond contará con la ayuda de la hermosa Domino Petachi (Kim Basinger), quien desconoce que está a punto de contraer matrimonio con el principal dirigente de la organización Spectra y culpable de la muerte de su hermano, Maximilian Largo (Klaus Maria Braundauer).
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