"El reflejo de la sociedad actual". 2009.
Hacía mas de año y medio que no iba al cine presa del desánimo de tanta película de poca calidad y de la mediocridad a la que nos tiene acostumbrados el cine español en los últimos años.
Pero en esta ocasión me empujaba mi subconsciente y el nombre de un gran personaje al que admiro desde hace muchos años, como actor y como persona, y con el que comparto una gran similitud de puntos de vista respecto al modo de ver el mundo y ciertas cosas.
Por eso, creí que el mas reciente film que ha protagonizado no me podía defraudar como así ha sido, pues es todo un alarde de buen cine y un magnífico ejemplo para una sociedad actual algo obtusa y confusa en muchos aspectos.
Nada mejor para estos tiempos que una bonita historia como esta, tan educativa y real como la vida misma.
Clint Eastwood certifica mi teoría de que el éxito de todo buen actor, "como el de cualquier otro profesional", va ligado a haber plasmado en su trabajo un poco de su personalidad, porque cuando es noble y sale del corazón, el resultado final siempre supera todo buen pronóstico, y pasa de bueno a excelente.
Gran Torino es el fiel reflejo del estilo de vida actual de estas sociedades "modernas" y de la metamorfosis que esta sufriendo una parte importante de familias y seres humanos, reflejada en el despotismo, frialdad y egoísmo tan hipócrita y cínico con el que se comportan, con indiferencia de su nivel económico, educativo o status social.
El film nos da un amplio paseo por las problemáticas sociales mas cotidianas del ciudadano sencillo, no solo de Estados Unidos, sino también de nuestra Europa. Haciéndonos ver la gran similitud entre unas y otras y el camino por el que actualmente transitamos.
Aquí en Europa hemos observado de unos años para acá como en nuestras ciudades, han comenzado a surgir barrios en los que se han marchado la mayoría de los que allí han vivido toda la vida y han pasado a ser ocupados por familias y ciudadanos de otras nacionalidades y culturas diferentes. En ellos, se comienza a vivir de lleno el surgimiento de bandas juveniles callejeras fruto del descalabro familiar y de la falta de empleo, de recursos y marginación de esas nuevas familias y personas que ocupan esos barrios.
Por otro lado, surge de vez en cuando entre todo ello, dentro de esos mismos barrios "a menudo" abocados al olvido y marginalidad; el magnífico ejemplo "como así aparece en la película" de muchas de esas personas y jóvenes miembros de esas familias, que lejos de convertirse en pandilleros, tienen una inmensa ilusión de superación personal por convertirse en ciudadanos de provecho.
Gran Torino además nos habla de algo muy importante: El trato y valoración que ofrece la sociedad moderna de hoy respecto a las personas mayores o aquellas otras que por uno u otro motivo ve como diferentes.
También hace una clara comparativa entre la sociedad moderna, reflejada en las clases medias acomodadas, que muy a menudo huyen corriendo de los barrios donde comienzan a asentarse inmigrantes.
Así mismo, el protagonista también refleja con una gran claridad a esos otros ciudadanos que sin huir de nada ni de nadie, nos sabemos adaptar a todo y aceptamos e incluso a menudo encontramos el calor humano en esos otros nuevos ciudadanos y vecinos, de los que sin ser familiares, descubrimos "a menudo" mas humanismo que en nuestras propias familias o compatriotas que "a menudo" se comportan fríos y distantes con nosotros.
Finalmente, no podría dejar de tocar un tema tan importante como son las herencias. Otro excelente reflejo social en el que la película abre bien los ojos a quienes desde una situación de ancianidad, discapacidad o similar.., estando olvidados y repudiados por sus mismos familiares, que solo se acercan y acuerdan de ellos de tarde en tarde con hipocresía, para tratar de obtener algo cuando les interesa. Estos, al final, les dejan las herencias y posesiones en un acto absurdo de inercia por encima de toda lógica y merecimiento.
Todo ello es realmente irónico, como lo es observar cada vez con mas frecuencia como las mismas familias a menudo presionan y obligan a quienes son mayores "y han llevado toda una vida de lucha y trabajo" a repartir sus posesiones antes de su fallecimiento para lucrarse de todo ello, mientras finalmente les encierran en una residencia, desposeídos del trabajo de toda una vida y de un disfrute con libertad y tranquilidad de sus últimos días.
En definitiva, el film es todo un ejemplo de humanidad y un fiel reflejo de lo que es la vida misma "o de lo que debería de ser".
Un film que sin duda hace al espectador sentir afinidad y reflejo con alguno de sus personajes. A unos para traernos nostalgia y reconocimiento de que "lo que hacemos, lo estamos haciendo bien" y a otros, aunque solo sea para que recapaciten sobre sus comportamientos.
Por todo ello es un film que vale la pena no perderse.
Son tantas cosas y excelentes ejemplos los que reúne, que no recuerdo película en los últimos 10 años que me merezca una calificación tan excelente y que me haya hecho sentir una mayor satisfacción de que realmente ha valido la pena ir al cine.
¡Veremos quien supera este alto listón!